Rosa López Oficial

Soy Rosa López Cortés, nacida en Granada dentro de un entorno humilde pero rico en tradiciones y amor. Desde pequeña, mi vida ha sido un caleidoscopio de experiencias que moldearon mi espíritu resiliente y mi profundo respeto por el poder del colectivo. La comunidad y el cariño familiar han sido mi refugio y fuente de inspiración, enseñándome el valor de la generosidad y la empatía.

Desde temprana edad, descubrí en la música una herramienta poderosa para conectar emociones y luchar por causas justas. Mi padre, un amante de la música, fue quien me enseñó cómo los acordes pueden resonar con los corazones y elevar las voces que a menudo quedan silenciadas. Bajo su influencia, la música se convirtió en mi pasión y, más tarde, en mi carrera.

A lo largo de mi trayectoria, he enfrentado desafíos y etiquetas que intentaron definirme, pero siempre he encontrado la fuerza para redefinirme y seguir creciendo. Mi participación en “Operación Triunfo” fue el trampolín que me permitió dar a conocer mi voz a una audiencia más amplia, pero mi verdadero viaje comenzó mucho antes, en las plazas de mi barrio, donde cada nota que cantaba era un grito por la justicia social y la igualdad.

Como artista independiente, continúo explorando caminos que me permiten ser fiel a mí misma y a los ideales que valoro. Mi música no solo busca entretener, sino también inspirar, educar y provocar cambios significativos en la sociedad. Es un reflejo de mi historia, una historia de resistencia, aprendizaje continuo y reinvención constante.

Mis colaboraciones, como la reciente con Tracy De Sá, son testimonio de mi deseo de unir culturas y perspectivas. Tracy, con su energía y compromiso con el empoderamiento a través del rap, aporta una dimensión fresca y revolucionaria a nuestra música conjunta. Juntas, desafiamos los estereotipos y celebramos la diversidad y el poder de las voces femeninas en un mundo que a menudo intenta silenciarnos.

Esta colaboración es más que música; es un movimiento, una afirmación de que juntas somos más fuertes, y un recordatorio de que el verdadero poder surge de nuestra capacidad de transformar el dolor en arte y el arte en acción.